Callados, enfrentados como un juego de ajedrez nos
medimos, y al mas estúpido movimiento nos criticamos. Porque para mi VOS haces todo mal, y
para ti YO hago todo mal y porque nos hemos fallado mutuamente
y partiendo de ese echo en adelante, sabemos que nada se puede arreglar. Aunque
errar sea humano y perdonar sea divino, para nosotros un error puede ser un
gran error y no existe la marcha atrás. Seguimos, y seguiremos, siendo
unos pobres ilusos por creer que las peleas se arreglan a los besos en vez de
intentar usar la palabra "perdón" y "esta vez la culpa la tengo
yo". Y nos ahogamos en nuestros resentimientos y en nuestras ganas de
querer un abrazo mas, pero el orgullo nos gana por partida doble, y todo lo
lindo que puede ser un cuento de hadas, termina siendo una broma de mal gusto o
incluso un mal sueño que cada ves nos distancia mas y mas.
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